Las marcas se encuentran en las mentes del consumidor. Dependiendo de la personalidad del público que nos compra, la ubicación y el posicionamiento de marca se encontrará en un punto u otro. Para que las marcas sean sólidas, es necesario que haya una historia que conecte cada uno de los elementos de la marca. Debe haber un fundamento que motive al consumidor a comprar. Es por ello que,
El posicionamiento de una marca puede venir determinado por las siguientes estrategias:
Exclusividad. El motivo de compra de estos consumidores es algo fuera de lo común, buscan lo original. Lo exclusivo no significa costoso, sino escaso. Al igual que un Rolex es extremadamente caro y exclusivo, hay restaurantes muy económicos, sencillos y con mucha personalidad con buenas vistas a una cascada.
Coste-Beneficio. El público objetivo que tiene como prioridad comprar productos con las máximas capacidades y el mejor rendimiento con la mejor relación calidad precio. Por ejemplo Xiaomi. Es un público que no quiere pagar demasiado por algo que puede encontrar más barato, lo justo y necesario para encontrarse satisfecho
Funcionalidad. El consumidor que quiere lo que más rendimiento tenga. Por ejemplo la versión ST de los coches Ford. Es un público que le da importancia y que tiene como prioridad las características sobresalientes de alguna parte del producto o servicio que compra.
Durabilidad. El consumidor que quiere disfrutar por mucho tiempo de un producto concreto. Es un parámetro que puede fácilmente combinarse con otras estrategias, donde la durabilidad va incluida en sus características. Por ejemplo los ordenadores de Apple.
Color. Cuando todo lo que realizamos tiene como eje conductor un color concreto. Por ejemplo Los Simpson. El color habla por nosotros, el color comunica y despierta unos sentimientos. Puede ser una estrategia de posicionamiento de marca muy potente que podemos utilizar para destacar y diferenciarnos de la competencia.
Forma. Cuando nuestro producto tiene una forma muy característica al presentarse. La botella de vidrio de Coca-Cola. Es un posicionamiento de marca muy curioso pero es totalmente verdadero. Fijaros cómo los coches intentan dar un diseño coherente a toda su gama del mercado.
Precio bajo. Es muy común esta estrategia, la vemos en diferentes nichos, desde supermecados hasta aerolineas. A veces esta estrategia es la columna vertebral que condiciona todas las decisiones de branding, desde el naming y el tagline, pasando por elección de tipografías o colores, hasta el uso de texturas y materiales en los que se empleará nuestra marca. Por ejemplo Mercadona.
Precio alto. Para satisfacer la necesidad psicológica de un público que busca el lujo y la excelencia, las marcas deben elevar el estatus. Precios elevados justificados con los más altos estan- dares de calidad. Por ejemplo Ferrari. Es un posicionamiento de marca que va inevitablemente asociado a una dimensión socio-cultural.
Lo fundamental es que cuando asumamos la labor de ubicar y posicionar nuestra marca, todas nuestras decisiones se encuentren debidamente justificadas. Para empezar alinear nuestro producto o servicio al público objetivo, es prioritario que analicemos todos los elementos de comunicación que pueden afectar a nuestra marca.
¿Qué fin pretendo alcanzar? ¿Qué personalidad tiene mi público objetivo? ¿Qué esperan de lo que puedo ofrecer? ¿Qué acciones está llevando a cabo y desarrollando mi competencia para poder destacar? ¿Qué características de mi público objetivo son las más importantes para darles prioridad?
Para poder adaptarnos a nuestra audiencia, pueden haber ciertas combinaciones entre estas estrategias. Por ejemplo un producto puede ser exclusivo y barato. Pero jamás un producto puede tener una estrategia de precio bajo y precio alto a la vez, logicamente. Piensa por un momento todas las marcas conocidas e intenta posiconarlas, te sorprenderás.